BATALLA DE PLATEA

Tuvo lugar el 27 de agosto de 479 a.C. al enfrentarse los ejércitos persas y griegos en las orillas del río Asopo en los alrededores de Platea y en las faldas del monte Cicerón. En ella murió el general Mardonio comandante del ejército persa y el general espartano Pausanias.

Movimientos previos a la batalla
En verano del año 479a.C., Mardonio comisionó a Alejandro I de Macedonia para que transmitiera a Atenas una oferta de paz y alianza con Persia. Los atenienses rehusaron la oferta.
Ante la negativa ateniense, Mardonio se dirigió a Atenas y volvió a ofrecer una alianza a Atenas. Arístides, general ateniense exigió a Esparta una acción en contra del ejército de Mardonio.
Mardonio prendió fuego a la ciudad y se retiró a Beocia con el propósito de atraer a los espartanos y sus aliados al terreno más favorable para los movimientos de su caballería. Pausanias reunió a los contingentes peloponenses y luego se dirigió a Eleusis donde se le unió Arístides con 8.000 hoplitas (era un ciudadano-soldado de las ciudades estado de la Antigua Grecia) y una considerable fuerza de arqueros. Desde Eleusis el ejército marchó a Eritras ubicándose en las laderas del monte Citerón, desde donde se podía observar el campamento persa rodeado de una empalizada junto al río Asopo.

Fuerzas participantes
-Aliados griegos: el ejército al mando del general Pausanias sumaba 40.000 hoplitas y el resto tropas ligeras.
-Aliados persas: el ejército al mando del general Mardonio estaba conformado por alrededor de 120.000 hombres aportados por beocios, aliados asiáticos y los persas que eran el grueso.

Desarrollo de la batalla
Aunque la posición griega no era apropiada para el empleo de la caballería, Mardonio decidió atacar antes que los griegos continuaran sumando refuerzos y envió toda su caballería, al mando del general Masistio, acción que resultó desastrosa para los persas y en la cual perdió la vida el general Masistio. Los griegos se entusiasmaron con el triunfo y creyeron que podían vencer a la caballería en cualquier terreno.
La victoria obtenida contra la caballería persa y la carencia de un suministro adecuado de agua en Eritra decidió a Pausanias a abandonar su posición defensiva en la montaña y trasladó su ejército a la llanura de Platea, y el río Asopo.
Cuando Mardonio descubrió el cambio de posición del ejército griego, se apresuró a sacar su ejército hacia la llanura formando una línea paralela a la de los griegos. Los dos ejércitos permanecieron enfrentándose durante ocho días, sin efectuar ningún movimiento. Al octavo día, Mardonio envió a la caballería a destruir los pasos por donde llegaban las tropas griegas. Y Mardonio comenzó a atacar empleando proyectiles lanzados desde larga distancia.
La posición griega se hizo crítica y en el segundo día de ataque decidieron retroceder en hasta el monte Citerón. En este combate, la falange griega demostró una vez más la fortaleza de su constitución. Mardonio fue muerto y desde ese mismo instante los persas cedieron y retrocedieron en fuga. Pausanias había conseguido una victoria que cambiaría el curso de la historia.

Consecuencias
Después de la batalla los griegos saquearon al campamento persa entregando el botín al oráculo de Delfos. Los persas abandonaron Tebas y al poco tiempo regresaron al Asia Menor.Esta victoria y la de Salamina unieron a los helenos, desarrollando un cierto sentimiento de patria y de que todo lo que no era heleno era bárbaro. La pérdida de prestigio no sólo contuvo la expansión del Imperio persa, sino que lo llevó a su ruinas.